Así dice una composición de 1925 de Jean Gilbert. El Spree fluye todavía por Berlín. Para la inmensa corriente del rio, el tiempo que pasa una persona en sus márgenes es infinitamente pequeño. Sin embargo para mí es toda mi vida. Mi vida en Berlín sin el agua es inconcebible.
Johannisthal es un barrio en el sudeste de Berlin, en el que nací y vivo hoy. Es una isla entre los rios Spree y Dahme y los canales de Teltow y Britzer-Zweig. En Berlin hay muchos puentes, muchos más que en Venecia, por lo que nunca noté esta situación de isla cuando era pequeña. Un día que iba con mi madre por el puente de Treskow, me sorprendió ver un anillo rojo muy grande, colgado en un mástil. Mi madre me dijo que era un salvavidas. Asi me enteré que la corriente bajo el puente era muy peligrosa.
El puente de Treskow conecta la BrückenstraBe con EdisonstraBe, dos calles que forman un desfiladero entre casas de alquiler muy altas. El puente se cayó en 1945. Los nazis habían hecho estallar casi todo antes de finalizar la guerra. El agua separaba entonces ambos distritos berlineses de Treptow y Köpenick. Nosotros viviamos en el distrito Treptow (barrio Johannisthal) y nuestros familiares en el de Köpenick. ¿Cómo llegábamos hasta alli? El puente se había partido quedando el centro rodeado de agua y para cruzar se ponían tablones desde los extremos hasta el mencionado centro, quedando ligeramente inclinados. Especialmente en invierno, así como con tiempo lluvioso, cada visita a mi querida abuela eran situaciones de ansiedad.
Nuestras excursiones a Oberspree en los años escolares eran más agradables. Allí había un lugar silvestre para bañarse en el Spree. Generalmente los fines de semana caminábamos descalzos tres cuartos de hora vestidos sólo con los bañadores. Con una toalla bajo el brazo y la fiambrera con ensalada de patatas para pasar el día bajo los pinos. Alli hice mis primeras tentativas de natación, me sentía tan bien en el agua que no quería salir, mi hermana que no era tan “rata de agua” me decía: Tienes los labios azules. Si los chicos cogían cangrejos, nos querían pellizcar con ellos y nosotras escapábamos.
Al otro lado de Johannisthal, pasa el canal Teltow. Era la frontera del Berlin Oeste. Cuando en 1961 se construyó el muro, había un franja fronteriza de 100 metros de ancho y no se nos permitía pasar al otro lado. Los puentes del canal Teltow se están reconstruyendo gradualmente ahora, no habían sido usados durante 28 años y estaban oxidados. Aunque el muro ya no existe desde hace 13 años, como no estaba acostumbrada a utilizarlos, ahora yo lo hago raramente.
Me gusta ir de excursión al lago Müggelsee grande en todas las estaciones del año. El suburbano nos conduce hasta Wilhelmshagen. Desde alli llegamos a Nueva-Venecia, que es una pequeña colonia de palacios entre diminutos canales. La calle más importante se llama Rialtoring, alli puedo soñar que me encuentro en Venecia. Hay un solo puente, escondido sobre el Müggelspree, encontrarlo es siempre una aventura. Si continuamos caminando por el bosque hasta el lago Müggelsse pequeño, nos encontramos una pequeña playa de arena blanca donde nos bañamos en el verano. La comida, generalmente un sabroso pescado, la tomamos en los restaurantes Müggelhort ó Nuevo-Helgoland, abierto nuevamente despues de que un incendio lo destruyera. Desde el Müggelsse grande andamos hasta el Spreetunnel, que es una atracción para los visitantes. Es un tunel peatonal por debajo del Spree. Es una imagen impresionante y, sea como sea, causa una cierta sensación de inquietud y temor a que pueda caerse al cruzarlo. Despues tomamos el tranvía en Friedrichshagen, de vuelta a casa por el reconstruido puente de Treskow. En invierno tambien es muy hermoso el paseo.
Amigos de Townstories, si venís a Berlin el año próximo y tenemos tiempo, os invitaré cordialmente a dar este paseo conmigo.
10.8.2003