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ESTAS SON MIS SEÑAS DE IDENTIDAD

Teresa Sánchez




Cuando en mi pensamiento me encierro no dejo de pensar… y pensar… todo se me amontona en la mente sin poderlo seleccionar, (yo me siento en casa), calles pendientes, estrechas y empedradas, y en sus lados seguidas unas de otras, casas de ladrillos, de barro y balcones de hierro forjado, montañas, valles, arroyuelos, plantas, flores de mil colores, de jara, brezos, violetas y cuantas más que en mi mente tengo. (yo me siento en casa).

Acariciando la atmósfera de este jardín silvestre, revoloteaban alegres pájaros que con sus dulces trinos entonaban conciertos, afinando sus sonidos las golondrinas y los ruiseñores.

Así reventaban las primaveras, "donde yo me sentía en casa", después de crudos inviernos, con blancas nevadas que cubrían árboles y sierras, cuando el viento silbaba traspasando la tierra, y chupiteles de hielo colgaban por donde quiera que fueras. Sin olvidar los cielos brillantes de las noches serenas, ni los días hermosos, donde el gañán, sudando con las bestias, surcaba la tierra; ni el canto del cuco al madurar las cerezas.

Allí el tiempo… lento… pasaba, el reloj de la torre con voz dulce sonaba al pasar las horas y las medias, y vuelta y más vuelta llegaba el verano, la cigarra cantaba, el sol abrasaba, el trigo ya estaba en las eras.

Las campanas de la torre parecía que bailaban cuando repicoteaban a fiesta, y lloraban de pena cuando anunciaban al pueblo que alguien muriera, que recuerdos… se compartían las alegrías y también las penas, así era la vida de aquella mi humilde aldea, muy diferente a todo lo que en la ciudad me rodea, coches y más coches, pisos y más pisos, juntitos como colmenas, cielos grises de día y por la noche rara vez se ven las estrellas.

Perdida estoy aquí cuando pienso en aquella ¡mi bella tierra!

Solo cuando salgo a la montaña, "yo me siento en casa" (que Madrid también tiene sierras) y veo crecer la naturaleza y en las cumbres las nieves, y el arroyo corriendo, donde el ruido no suena, me encuentro a mi misma, como encuentra el mar en la playa la arena, cuando acariciándola se acerca.