Townstories

En un momento come este , en el que lo que pasa en el mundo , nos hace participes de lo que pasa en otras " casas", y los lìmites de la propia casa-territorio parecen estar en continuo peligro por el clima de incertidumbre y de miedo en el que todos vivimos, es para mi muy difícil expresarme.

No puedo hablar del concepto de casa entendiéndolo como símbolo de nación, estado, o patria, porque no me identifico ideológicamente con eso, me resulta lejano, demasiado abstracto; durante mi juventud me lo impusieron y esta es la causa por la que he llegado a elaborar un significado diverso.

Por lo tanto intentare hablar en un sentido más amplio, de la "casa" que a lo largo de nuestra existencia hemos construido y que arrastramos como el caracol su caparazón. De la casa-refugio que nos da seguridad , cuando nos sentimos desarraigados y tristes por los acontecimientos. Hablamos así de la parte de nosotros que cuidamos para poder hacer frente a los acontecimientos externos, y que nos proporciona una sensación de bienestar que nos permite encontrarnos a nosotros mismos; de la casa interior que se conecta a nuestro pasado y al presente y que forma parte de nuestro mundo, únicamente nuestro, como si fuese una huella dactilar y que , a veces podemos vislumbrarla y percibirla en otro sitio.

Qué significa "Donde me siento en casa?". Para mi quiere decir " donde me encuentro bien", donde estoy en armonía conmigo misma y con lo que hay fuera de mi. Esto puede acaecer lejos de mi ambiente, es decir, lejos de mi vida habitual, puede ocurrir en cualquier parte donde se establezcan, o se vuelvan a repetir momentos de sintonía con un lugar , en un instante concreto , que despierten en mi una sensación de familiaridad. Me puede ocurrir al percibir un olor, escuchar una música, mirar un objeto, descubrir una forma de vivir, una costumbre, una palabra, que generen en mi una sensación , el recuerdo de algo ya conocido, y que me ayudan a integrarme en el ambiente.

La sensación de sentirme en casa puede también presentarse cuando descubro lugares que había leído y soñado, y que ya los había vivido en mi mente y que, por esto mismo, me resultan familiares; son como amigos que me están esperando y que con asombro veo que existen de verdad y están ahí, inesperados, con señas muy distintas en la realidad.. Acaece entonces que el asombro se convierte en placer , y siento una profunda satisfacción por haber confiado y creído en mi pensamiento. Profundizando en la búsqueda de la verdad, me siento en casa conmigo misma y los espacios se amplían, y las diversidades y las lejanías de lenguas, razas y religiones se anulan. Así el acercamiento con "otras casas interiores" hace que también la mía se enriquezca de todas aquellas emociones y sensaciones que, con el tiempo, van a formar parte de mi.