¡ROMA es bellísima! Cuando se camina por sus calles se encuentra uno con la Historia en los todos monumentos antiguos del Imperio Romano, en los edificios medievales, los palacios papales y los barrios construidos justo después de la reunificación de Italia.
Naturalmente, el consejo que doy a los visitantes es ver primero las maravillas de Roma como el Coliseo, el Panteón, el Foro Romano, San Pedro, para después dedicar un día al Centro de la Roma antigua y perderse por sus callejuelas sin rumbo definido; de un callejón a otro, de una iglesia a otra para vivir una atmósfera mágica. También se pueden admirar negocios de artesanía local, viejas casa romanas con pequeños balcones y ventanas; y, a la hora de comer, lo mejor es degustar los típicos platos romanos en una trattoría. Al final habremos vivido un día muy especial que recordaremos durante mucho tiempo.
Yo vivo en el Nord-Este de Roma, a 18 Kms del centro de la ciudad, en una localidad llamada FONTE-NUOVA. Es una Comunidad en sí misma, inmersa en el verdor de la Campiña romana, con amplios espacios verdes, donde todavía apacientan rebaños de ovejas, vacas y caballos.
Cuando vine a vivir a esta zona (hace 23 años), había muchos campesinos, el ritmo de la vida era más lento y la gente se paraba por la calle a charlar. Había pocos negocios y todo el mundo se conocía. Elegí vivir fuera de la ciudad para llevar una vida más tranquila, aceptando las idas y venidas, dado que mi trabajo se halla en Roma. Desgraciadamente, ahora todo ha cambiado; FONTE NUOVA tiene más de 30.000 mil habitantes, muchas casas, oficinas y tres grandes supermercados. Han desaparecido los pequeños negocios en los que se podía conversar con el dueño, y la gente vive a la carrera igual que en Roma. Como consecuencia de todo esto, las molestias han aumentado considerablemente; miles de personas deben ir todos los días a la gran ciudad por motivos de trabajo; el tráfico se ha vuelto problemático y se están planificando nuevas calles para facilitar la afluencia de coches.