Blanca
Anatomía física: Ojos claros. Pelo castaño (las mechas son de bote). Ni alta ni baja, ni gorda ni flaca, ni fea ni guapa. Pero cuando me empeño puedo resultar, valga la redundancia, resultona.
Anatomía psicológica: Tímida e ingenua patológica. Intento cambiar, aunque no me gustaría convertirme a la religión de la suspicacia recelosa que no confía en nada ni en nadie. Entusiasta del arte en todas sus manifestaciones. Me encanta bailar. Y lo que me chifla es filosofar.
Anatomía social: Por una parte, me siento muy orgullosa de un antepasado del S. XIX. Notable liberal, sus arengas contra Fernando VII le costaron el exilio. De la otra rama, una saga de diplomáticos enamoradizos (aunque siempre santificaran sus amores con el matrimonio) he heredado un “mix” de sangres: española, italiana, francesa, griega y austríaca que me otorga la saludable convicción de ser ciudadana del mundo.