Bread in Life and Art
Stand:
Siempre ha habido arte en la creación del pan; nunca ha sido lo mismo el pan candeal que el integral, ni el industrial que el casero, ni el de bocadillos o el de mesa, ni, por supuesto los gigantes para competir en algún record o animar las fiestas alimentando hasta miles de criaturas, que el bollo individual. Sin embargo, ha sido actualmente, cuando la civilización del ocio nos hace disponer de más tiempo, cuando el afán creador se multiplica y se buscan nuevos recursos consumistas, es decir al alcance da la mano, fáciles. |
Poco a poco se va introduciendo el arte puro en la confección del pan; el pan es objeto de arte por fuera y por
dentro. Por fuera cada vez más se esfuerzan los especialistas en manifestar sus habilidades
profesionales, no sólo haciendo el pan más fácil de utilizar (cortes
adecuados, tamaños convenientes, formas atractivas), sino cuidando también el tostado de cocción de la corteza que es como el moreno que hace atractivas a las
personas) Se ha llegado ya a presentar el pan con flores, cenefas,
muñecos, dibujos, etc., detalles que transforman una pieza de pan en un objeto de escaparate
consumista, y allí se queda, duro y más que duro, porque de lo que se trata es de decir al público que en ese establecimiento se entiende de
pan. ¡Hay piezas tan bellas que no se podrían consumir por la pena que produciría su
destrucción, si es que se vendieran, que no lo sé! Los escaparates de las panaderías actuales pueden ser tan atractivos o competitivos en arte como los de un comercio de
modas. |
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